FOTOS DE LA EXCURSIÓN A KARRANTZA Y ENCARTACIONES.

Nos temíamos que nos íbamos a asfixiar de calor y salió un día fresco y nublado. Estupendo salvo que nos perdimos un parte del paisaje de los montes de Ordunte.
La primera parada en el mirador de Armañón donde han reconvertido las antiguas instalaciones de una cantera de caliza dolomía en un centro de interpretación junto a la cueva de Pozalagua.Una voladura de la cantera puso al descubierto la cueva en los años 50 y otra final, exageradamente fuerte, deterioró algunas estalactitas. Algunas lenguas dicen que de cabreo porque la Diputación había decidido cerrar la explotación.
Una cueva de estalactitas excéntricas que rivaliza con la de El Soplao a ver cuál es la más importante. Lo dejamos en empate, una es lo más de caliza dolomía y la otra de aragonito.
Entre mirador y cueva un ratito para dar cuenta del hamaiketako organizado por Miguel con estupendo recibimiento.
Tras una buena sesión de curvas, camino del restaurante . Satisfacción general con la comida y corta sobremesa porque nos íbamos a la fábrica de boinas.
La fábrica de “La encartada”. Una reliquia industrial con maquinaria de hace más de un siglo que se conserva en su casi totalidad. Una pena que, al igual que en la cueva, no nos dejaran hacer fotos dentro. Ver cómo eran las máquinas y el proceso de fabricación es una maravilla.
Un poco apretados de tiempo camino de Balmaseda. Villa insuficientemente valorada a pesar de ser históricamente de las más importantes del territorio de Bizkaia. Desde la Pasión viviente en el museo adjunto al antiguo convento de Santa Clara, hoy restaurante al puente medieval, a la Iglesia de San Juan y el ayuntamiento.
Para terminar con un paseo libre en día de “pintxo-pote” y vuelta a Bilbao.
Un día divertido.